4.-Problemática global

El problema no es la falta de agua dulce potable sino, más bien, la mala gestión y distribución de los recursos hídricos y sus métodos. Casi la mitad del agua de los sistemas de suministro de agua potable de los países en desarrollo se pierden por filtraciones, conexiones ilícitas y vandalismo. A medida que la población crece y aumentan los ingresos se necesita más agua, que se transforma en un elemento esencial para el desarrollo.
Con suministros suficientes de agua potable y saneamiento adecuado, la incidencia de algunas enfermedades y la muerte podrían reducirse hasta un 75%.

Los problemas de agua tienen una importante implicación de género. Con frecuencia, las mujeres son las encargadas de transportar el agua. En promedio, estas tienen que recorrer a diario distancias de 6 kilómetros, cargando incluso 20 kilogramos.  Por lo tanto las mujeres y las niñas son las que más sufren como resultado de la falta de servicios de saneamiento.

Este recurso es un bien tan necesario que podría pasar a ser objeto de peleas políticas, si se lo observa sólo como un negocio: represas, canales de irrigación, tecnologías de purificación y de desalinización, sistemas de alcantarillado y tratamientos de aguas residuales. No debe olvidarse el embotellamiento del agua, puesto que es un negocio que supera en ganancias a la industria farmacéutica.

Regiones que sufren el impacto

Hay muchos otros países del mundo que se ven muy afectados. Esta es una lista de los más comprometidos en cuanto al número de habitantes sin un acceso adecuado:

                                            • Sudán: 12,3 millones
                                                    • Venezuela 5 millones
                                                    • Zimbabwe 2,7 millones
                                                    • Túnez 2,1 millones
                                                    • Cuba 1,3 millones