Dada la importancia del agua, es nuestro deber utilizarla adecuada y racionalmente, y así ayudar a nuestro medio ambiente.
Realizando algunas pequeñas tareas:
-Cierra el grifo al lavarte los dientes o afeitarte, puedes ahorrar hasta 10 l.
-Coloca dos botellas llenas dentro de la cisterna y ahorrarás de 2 a 4 litros cada vez que la uses.
-Duchate en vez de bañarte, ahorrarás 150 l.
- Mejorar la captación de agua. Los sistemas de captación de agua son esenciales para las zonas sin fuentes de agua fiable.
- Desarrollar y poner en práctica mejores políticas y reglamentos. La escasez de agua complica la seguridad alimentaria y la contaminación, por lo que los gobiernos tienen que tomar medidas que consideren los efectos a medio y largo plazo.
-Mejora de la gestión de ecosistemas. Debe aplicarse una gestión integral con un enfoque práctico y de sentido común para la supervisión de los recursos naturales, teniendo en cuenta consideraciones económicas, culturales y los objetivos ecológicos. Un buen ejemplo de gestión integral son las comunidades que tienen plantas de tratamiento de aguas residuales que son utilizadas para riego y fertilización de cultivos energéticos locales.
-Mejorar la infraestructura de distribución.
- Luchar contra la contaminación. La medición y control de la calidad del agua es esencial para la salud humana y la biodiversidad. Deben establecerse políticas de desarrollo basadas en garantizar que el uso del agua no lleva a la reducción de su calidad y del medio.
- Proyectos hidráulicos en los países en desarrollo basados en la transferencia de tecnología.
¡Todo esto es muy importante ya que reducir nuestro consumo de agua a la mitad, lejos de significar sacrificio alguno, es más sencillo de lo que se cree ¡
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